CUANDO IGOR SE COMIÓ A TYLER, THE CREATOR

Igor es el título del último álbum hasta la fecha de Tyler, The Creator. Pero, en uno de esos extraños casos en los que la obra supera a su creador, resulta que Igor también está siendo mucho más. Una especie de fenómeno cultural (y también un poco paranormal) que es imposible entender si no se comprenden a la perfección los entresijos del nuevo disco del rapero. Al fin y al cabo, Tyler acaba de lanzar una ristra de 12 canciones que solo pueden entenderse en clave de álbum conceptual, ya que explican una historia cerrada en la que el propio autor es el protagonista de una historia de amor condenada en la que él suspira por otro chico pero este, a su vez, sigue colgado de su ex novia.

¿Y qué pinta Igor en todo esto? Pues es un personaje más en esta telenovela: como su propio nombre sugiere en una referencia directa al mítico personaje de la película El Jovencito Frankenstein, Igor es un homenaje al arquetipo de asistente del villano oficial de toda película. En el caso concreto del álbum, el personaje es algo así como una versión oscura y totalmente desprovista de romanticismo del propio Tyler. Una figura que aparece a mitad de disco con una voz sintetizada para amplificar su carácter villanesco y que le quita al rapero de encima todo atisbo de enamoramiento atontolinado.

Hasta aquí, la historia oficial. Pero es que resulta que en el momento del lanzamiento de Igor, cualquier hijo de vecino debería haber esperado que de lo único que se hablara fuese de la (ya parece que totalmente confirmada) salida del armario de Tyler, The Creator. Pero no. Resulta que el primer single extraído del álbum, Earfquake, llegó acompañado de un videoclip protagonizado por un personaje realmente impactante: el mismo rapero con un pelucón rubio a lo Sia, gafas de sol, grill metálico, loafers plateados y un traje de un azul intenso sin camisa y joyería dorada a la vista. O lo que es lo mismo: asistíamos al nacimiento de Igor, el trasvase del personaje del disco hacia el mundo real.

A partir de ahí, la gente empezó a pedir más Igor, y tuvieron más Igor. Ya no es solo que el personaje haya protagonizado la mayor parte de los videoclips extraídos del álbum, como los excelentes A boy is a gun o I think. Es que, directamente, el propio Tyler, The Creator puso a la venta un disfraz de Igor hace unas semanas coincidiendo con Halloween. Y que, por pura demanda popular, Igor también ha tenido que hacer acto de presencia en el reciente Camp Flog Gnaw Carnival, el festival organizado y comisariado por el propio artista. Lo que, inevitablemente, conduce a la pregunta ineludible: ¿morirá Igor cuando se cierre el ciclo de este disco? O visto su éxito sin precedentes, ¿encontrará Tyler la forma de mantenerlo con vida?